En otoño, verdes, ocres, dorados y rojizos inundan el paisaje. La selva de Irati se convierte en un bosque encantado de múltiples tonalidades. El mirador de la foz de Arbaiun ofrece una panorámica espectacular, y en general todo el Pirineo navarro se transforma en una sinfonía de colores acompasada por la berrea de los ciervos a principios de la estación.
Cada 18 de septiembre, los pastores celebran la "Sanmiguelada": algunos rebaños procedentes de valles pirenaicos, siguiendo la Cañada Real, hacen su entrada en lasBardenas Reales para utilizar sus pastos durante el invierno.
El color de la uva tiñe los campos de la Zona Media y la Ribera. En Olite se celebra la llegada de la vendimia. Es momento para una festividad del otoño: San Miguel, el 29 de septiembre. En Corella y en Cortes se baila desde tiempos inmemorables el "paloteado" en honor al santo.
En octubre, Bera celebra el Lurraren Eguna, Día de la Tierra, destinado a enaltecer los productos del campo.
Son meses de hongos y setas. El otoño invita a disfrutar de la recolección de las setas que salpican bosques y prados, a visitar truferas y a degustarlas en la mesa. Es el momento para la selección de los mejores frutos para la elaboración del pacharán, licor típico de Navarra que acompaña las sobremesas. Es también época de alcachofa y pimiento de piquillo. La tradición manda asarlo y envasarlo; toda una delicia para acompañar infinidad de platos.
Fuente original: turismoreinodenavarra
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