martes, 28 de mayo de 2013

El mirador de la frontera


LINDUS, MIRADOR DE LA FRONTERA

Entre los puertos fronterizos de Ibañeta y Urkiaga se alaza la colina de Lindus. Lugar de paso de aves migratorias, esta cumbre de 1.221 metros es también un magnífico mirador de la frontera hispano-francesa.

En la cumbre de Lindus, monte fronterizo de Navarra, se encuentra la muga 153 de la divisoria internacional. Aquella colina -no solo la cumbre- es además un vértice en el que confluyen los límites locales de Erroibar, Auritz-Burguete, Luzaide-Valcarlos, Orreaga-Roncesvalles y Aldudes (Francia). Esta zona destaca hoy por sus valores ambientales, ya que la mayor parte del espacio descrito coincide con el llamado macizo de Alduides o de Kintoa (Quinto Real), declarado recientemente ZER (Zona de Especial Conservación). Pero Lindus tiene también relevancia histórica, ya que desde esta discreta atalaya se observan muy bien todos los movimientos de la frontera a lo largo de los siglos.
Aunque los límites locales entre valles existen desde tiempos muy remotos, la frontera moderna entre Francia y España se estableció en 1856. Previamente, hubo varios intentos de acordar los límites precisos entre los dos estados, pero no llegaron a cuajar debido, entre otras cosas, a las dificultades que entrañaba fijar las mugas en algunos lugares. En Navarra, uno de los principales escollos estaba en el territorio de los Aldudes. Conocido también como el Quinto, o país del Quint (en recuerdo del tributo que pagaban al rey navarro) este es hoy un espacio transfronterizo, que ocupa la parte sur del valle de Baigorri (Francia), la parte norte del valle de Erro, y una pequeña porción de Baztán. Lo curioso del caso es que los habitantes de Baigorri son los únicos que pueden pastar con su ganado en la parte española (en la zona del llamado Quinto Norte), previo pago de una tasa. Fue el modo de resolver un viejo conflicto entre vecinos que se remonta a la edad media. La razón principal del mismo tiene que ver con el aumento de la presión demográfica en el valle de Baigorri, históricamente dedicado a la ganadería, lo mismo que el valle de Erro, y la dependencia creciente que tenían los ganaderos baigorrianos de los ricos pastos del sur. Aquel litigio secular se resolvió finalmente gracias al tratado de Bayona (1856), que establece el amojonamiento definitivo de esta zona.

Cómo llegar

La colina de Lindus se encuentra a unos 55 km de Pamplona. Para llegar hasta allí desde la capital navarra, hay que coger la carretera de Huarte y enlazar con la N-121A, en dirección Francia/Irun, hasta el desvío por la N-135 hasta Zubiri. Pasado este pueblo continuar a la derecha y atravesar los puertos de Erro y Mezkiritz en dirección a Orreaga-Roncesvalles. Desde este último, ascender el puerto de Ibañeta, y a la altura de la ermita, tomar la pista que se abre a la izquierda para llegar a Lindus-goitia (Alto de Lindus).

Qué hacer

Podemos aparcar en el puerto de Ibañeta (Roncesvalles) e ir a pie por la pista que lleva hasta Urepel contemplando el desfiladero de Valcarlos, los mugarris municipales y algunos búnkers de la época franquista. A unos cuatro kilómetros de Ibañeta, junto a un pequeño aparcamiento, se encuentra el paraje de Lindus-goitia coincidente con la piedra 155 de la frontera internacional Abandonamos aquí la pista, y continuamos por el monte, siguiendo la alambrada que nos llevará primero hasta Linduskolepoa ( muga 154) y finalmente Lindusmunua (muga 153). Aquí, junto a los restos de una antigua fortificación militar, se encuentra el mirador de la frontera.También se puede continuar la excursión - desde aquí algo más arriscada y dificultosa- bajando la ladera de los montes hasta los collados de Burdingurutx (muga 152) y Lezeta (muga 151), para continuar hasta el bonito paraje de Lezetakokaskoa (muga 150).

Recomendaciones

El ascenso a Lindus no reviste dificultad con buen tiempo. No obstante, conviene llevar botas, ropa de montaña, prismáticos y un buen mapa de la zona.

Dónde comer y dormir

En los pueblos y valles del entorno encontramos una amplia oferta de bares, restaurantes, hoteles, hostales, albergues y casas rurales. Consultar en la Oficina de Turismo de Roncesvalles ( 948 76 03 01), en el Consorcio Turístico del Pirineo y en la web del valle de Erro.

Una línea recta

Hace tres años, el veterano montañero Txema Arenzana, con la ayuda del ex celador de Medioambiente Paco Almirantiarena, realizó una completa radiografía del conjunto de mugarris que perfilan el valle de Erro, incluidos los de la frontera internacional.

Desde el collado de Lindus (mugas 155 a 153), la línea recta continua hasta el collado de Isterbegi ( muga 141), donde hace un quiebro hacia el norte, para continuar -también en línea recta- hasta Arluxe (muga 131) y Zagua lepoa ( muga 129), en las proximidades de la peña de Alba (Baztán). Si en la mayor parte del Pirineo los mojones siguen la divisoria de las aguas, situada habitualmente en las cumbres de los montes, en esta zona ubicada entre Roncesvalles y Baztán, la frontera -coincidente con las mugas septentrionales del valle de Erro- es una línea recta que parece trazada a cartabón. Al norte (Francia), queda el valle de Aldudes, incluidos los pueblos de Banca (con el barrio de Eznazu) Urepel y Alduides; y al sur, bajo dominio español la encrucijada de cordales del Adi ( 1.459), Mendiaundi (1232 m.), Adartza (1.257) y Lauriñak (1.278).

Curiosamente, la línea recta que se ve en el mapa coincide aquí con una zona muy abrupta, con desiguales alturas y desniveles, que van desde los 1.221 metros del mirador de Lindus, hasta los 550 de Pallaenea (muga 140). En medio quedan los collados de Burdinkurutz ( 1.092 m) y Lezetako kaskoa (934 m.), y los discretos caminos que llevan desde los pueblos de Burguete y Erroibar hasta Urepel y Aldudes.

Caminos viejos

A diferencia de los pasos oficiales de Urkiaga y Valcarlos-Arnegi, con sus antiguas aduanas (hoy desaparecidas), estos caminos interiores han sido utilizados casi exclusivamente por los ganaderos de Baztán y de Baigorri. Desde Urepel hasta Espinal, o a Sorogain, los baigorrianos iban antaño por una senda en la falda de Txasperro. En cambio para ir a Burguete, solían coger la pista de Burdinkurutz. También seguían estas sendas interiores los ganaderos baztaneses, que tenían permiso especial, refrendado en el Tratado de límites, para pasar por aquí en dirección a los pastos de Burguete.

Estos caminos de ganado fueron también sendas de contrabando. Por eso, aunque no había aduanas, la zona estuvo muy controlada por los militares españoles que montaron en la cima de Lindus un fuerte, conocido popularmente como el castillo. Todavía pueden verse hoy los fosos y trincheras de aquella fortificación -activa ya en la guerra de la Convención (1793-1795)- que sirvió para proteger los alrededores de las fábricas de armas de Orbaitzeta y Eugi. Cerca de aquí, como en toda la divisoria pirenaica, hay también varios bunkers de la llamada línea Gutierrez (o línea Pirineos). 

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